martes, 22 de mayo de 2012










La maldición de ganar en casa sigue latente, ahora le tocó al Bayern. El Chelsea no desesperó el  esférico, guardo sus agallas para definir la victoria por la vía de los penales. Quedando el juego con un empate 1-1 en los 120 minutos (más 30 de tiempo extra) y en los tiros cortos se impusieron los ingleses 4-2.
66 mil almas, un solo deporte
El Allianz Arena se hizo con la capacidad de recibir a 66 mil fanáticos del fútbol. Las  tickets vendidas para “Los Blues” dio chance para 23 mil personas, los del uniforme rojo, lo que estaban en casa, los Bávaros del Bayern Munich.
El Himno de la Champions empezó a sonar, el espectáculo hecho por humanos sobre el césped era sensacional. Formaron las figuras oficiales de la Champions. La gente coreaba “The Champions”.
Como dice el famoso comentarista de fútbol Luis Omar Tapia: “comienzan los 90 minutos del deporte más hermoso del mundo”. Una vez sonado el pitido del árbitro que determina el pulso de la sangre, rueda el esférico sobre el césped para jugarse la final de la UEFA Champions League entre Chelsea y el Bayern Múnich.
Ni Merengue, ni Culé
Los favoritos de la Liga española no pudieron encontrarse en ésta final, los que estaban en el campo fueron los que se encargaron de eliminar al Madrid y al Barcelona. Los alemanes y los ingleses eran la sensación de la final a nivel mundial.
Chelsea entró al campo con jugadores planta de bajas, debido a tarjetas amarillas. El Bayern con una planta exclusiva y con la que juega en su totalidad.
El Bayern jugó con 3 hombres arriba. Ribery abierto, siempre pegado a la banda y Robben tirado por su costado. Los alemanes entraron al campo muy bien organizados. Los ingleses apostaron con una formación 4-1-4-1, colocando una defensa y unos centrales recios.
A veces la pasión futbolera comienza apoyando a una camiseta, al margen de quién se la ponga. El Allianz Arena estaba colmado de camisetas, banderas y mantas del Bayern. Las del Chelsea se pronunciaban. El azul estaba presente.
En los primeros 10 minutos se impuso el Bayern, logró sacar muy buenos contragolpes. Manejaban la pelota, no se desesperaban; atacaban y entraban con eficacia.
Se sentía la presión de los alemanes a muy poco tiempo transcurrido, ya llevaban 7 tiros de esquina, era notable la insistencia.
El bayern rompió la utopía de que el Chelsea amedrente a cualquier equipo con su defensa. Hacían jugadas muy buenas, pero era la puerta de Cech que decía que no.
Seguían los colosos en Múnich tratando de abrir el marcador, pero ningún gol. Mario Gómez se guardó en sus penas lo que podría haber sido un tremendo gol. Dejó a dos rivales, llegó al área chica y el balón hacia la tribuna como un descomunal cañonazo.
El Chelsea, mientras tanto, solo llegó una vez en los primeros 45 minutos, con un disparo de Salomon Kalou que contuvo el meta Manuel Neuer, y únicamente en la parte final de la primera parte empezó a intentar hacer algo en ataque.
El Bayern le da la salida al Chesea para intentar tomar el equipo inglés en transición rápida. Y con ello no hubo tiempo para más, 0-0  el marcador en Múnich, Alemania.
Segundo tiempo: Sabor Alemán
¿Qué hacer para abrir el marcador a un equipo muy cerrado como el Chelsea? Esta pregunta  tenían en sus mentes, aparte del técnico y jugadores, todos los fanáticos que gritaban y saltaban desde los asientos del Estadio.
El Bayern seguía atacando, dando de todo para lograr batir al portero. Pero el balón quedaba en la defensa férrea del Chelsea. Seguían los tiros de esquina y llevaban 10, pero no había un máster que cabeceara como para hacer le gol.
Los Bávaros asediando y el Chelsea defendiendo y esperando un posible contragolpe que buscaban con balonazos largos hacia Drogba.  Se lucían los ingleses tras poner en pánico a un Bayern loco por marcar.
En el minuto 83 se gritó hasta la última cuerda vocal, el partido pareció terminarse cuando el Bayern abrió el marcador con un cabezazo de Thomas Müller venciendo a Chech con un balón enterrado en el césped y luego rebotándolo hacia el travesaño hasta dejarlo en lo profundo de la cancha.
No se dejó de gritar en todo ese momento hasta que la barra de los “Blues” se juntaron para enfurecer sus exclamaciones. El Chelsea había empatado.
Tiro de esquina. El único hasta ese momento para el Chelsea. Un centro lanzado como con la mano para el “Elefante”, el marfileño Didier Drogba, giró levemente hasta alcanzar el balón y luego lucir su presencia con un golazo de cabeza potente. En el minuto 88 se cayó el Estadio. Drogba es de raza.
Se alargó el partido con los 2 tiempos extras de 15 minutos cada uno, la emoción brillaba en Alemania.
Penal cobrado por Robben. El disparo al izquierdo y el temido portero del Chelsea lo adivina y se queda con el esférico en sus manos. Cerca el Bayern, muy cerca. El penalti, sin embargo, terminó favoreciendo a Chelsea, psicológicamente porque Cech paró el disparo de Robben y además porque Ribery tuvo que dejar el campo por lesión. Hubo todavía dos ocasiones más para el Bayern antes de llegar a penales.
El sentido de la tragedia
Luego de los tiempos complementarios. Se decide en penales. Ambos técnicos preparaban los cincos mejores lanzadores para semejante encuentro.
Los que comenzaron fueron los Bávaros.
Penaltis: 1-0 (Lahm marca), 1-0 (Mata lanza y Neuer para), 2-0 (Gómez lanza y marca), 2-1 (David Luiz lanza y marca), 3-1 (Neuer lanza y marca), 3-2 (Lampard lanza y marca), 3-2 (Olic lanza y Cech para), 3-3 (Cole lanza y marca), 3-3.  En el tiro final del Bayern, lo hizo Schweinsteiger, lanzó contra el poste y falló.
Para el Chelsea su último lanzador era el “Elefante”. Tenía el balón en sus manos, lo puso en el punto y con una manía en la mandíbula se decide a contar 2 pasos hacia atrás. Se estira, se apresura al esférico, hace una pequeña pausa y tira con toda su energía a lado derecho marcando y coronando al Chelsea a su primer título. La gente se estremeció, se volvieron locos.
Los Bávaros creyeron que su portero taparía, pero esta vez el marfileño Drogba deja saber que es de sangre azul.
La celebración fue increíble, los jugadores abrazaban a Drogba y al portero Peter Cech por su gran participación el juego. En el campo visitante dejaron grabados sus jugadas y la contención.
Los del Bayern se aplaudían y otros lloraban tirados en el césped. La desolación de los alemanes la dejó la consagración de Drogba. ¡Chelsea Campeón!

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